Un total de 110.000 kilos de tomates murcianos, dos mil más que el año pasado, teñirán de rojo mañana las calles de Buñol (Valencia) en la popular batalla de la Tomatina, a la que está previsto que asistan más de 40.000 personas de todo el mundo.

Las hortalizas de este año, protagonistas de la fiesta, han nacido en tierras murcianas, en Calasparra, y después han sido transportadas a la localidad castellonense de La Llosa, desde donde mañana serán cargadas en camiones y partirán rumbo a la capital de la comarca de la Foia de Bunyol.

Será a las 11 de la mañana, una vez explote el cohete de agua (carcasa), cuando los participantes comenzarán a lanzarse los tomates tras aplastarlos o exprimirlos, según marcan las reglas de esta guerra de tomatazos, para aminorar el dolor de los golpes.

Con el fin de velar por que todo salga como está previsto, se pondrá en marcha un dispositivo especial de seguridad con 60 miembros de Protección Civil, cuatro controles alrededor de la zona acotada para el lanzamiento de tomates, un helicóptero y nueve ambulancias.

Además, los seis camiones que transportarán la "munición" del espectáculo contarán con unas 150 personas para distribuir los tomates y medio centenar de voluntarios que intentarán "controlar" a los participantes.

"En un año difícil" por la crisis, según ha afirmado el alcalde de Buñol, Fernando Giraldós, la fiesta ha sido replanteada después de meses de "muy intensas negociaciones" con marcas y la pérdida de patrocinadores para costear el tomate, que las arcas municipales pagarán con 28.000 euros.

El Ayuntamiento acabará "en negativo" las cuentas de las fiestas patronales de este año (que costarán 90.000 euros), pero el pueblo de Buñol "ganará con los ingresos que genera la Tomatina para el turismo", aseguró la concejala de Fiestas, Pilar Garrigues, en alusión al negocio que supone la llegada de más de 40.000 personas a una localidad de 10.000 habitantes.

Más de treinta medios de comunicación trasmitirán mañana para todo el mundo el desarrollo de esta jornada lúdica, que cuenta con el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2002 y cuya popularidad ha trascendido fronteras al inspirar otras "tomatinas" en países como Colombia o China.

A un día de la celebración de esta batalla con 64 años de historia, que comenzó como una broma entre amigos, el Ayuntamiento ha apelado únicamente a "la diversión y la convivencia" como la mejor receta para disfrutar de esta fiesta.