El ITH espera seguir recorriendo España sensibilizando a los hoteleros sobre la necesidad de innovar
Foto: Oscar Casasnovas Director Hotel Urbem Valencia ****El ‘tour’ “La innovación, clave para el turismo del siglo XXI”comenzó en Málaga en septiembre y posteriormente pasó por Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia y Asturias, para finalmente acabar el viernes en Tenerife. Son unas jornadas que se han llevado a cabo este año, desde el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) nace con la idea de que la innovación es un aliado clave para que el turismo español en general y la hotelería en particular sigan siendo competitivos.
Otra de los aspectos que ha caracterizado a estas convocatorias ha sido su deseo de conseguir que la audiencia saliese de ellas con ideas realmente aplicables. Por ello, en todas las ocasiones se ha expuesto algún caso práctico. Esta vez el turno fue para el Hotel Urbem Valencia, abierto en julio del año pasado, justo después de finalizar la Copa América. Su director, Óscar Casasnovas, expuso la experiencia de abrir un establecimiento independiente, sin marca, experiencia que en su caso ha sido positiva, ya que están cosechando muy buenos resultados.
Entre otras cuestiones habló de la importancia de escuchar al cliente, de la necesidad de autoevaluarse y determinar aquello que se hace bien pero también lo que se hace mal, de fijarse en lo que hace la competencia para intentar captar lo bueno y hasta de ser creativo a la hora de elaborar los formatos de presentación. Todo ello sin olvidar las ventajas que aporta estar presente en las redes sociales y contar con herramientas como la geolocalización.
Pero si importantes son las nuevas tecnologías también lo es el personal. Casasnovas apuntó la relevancia de contar con un buen equipo y de no optar por recortar plantilla cada vez que la situación se complica. “Cuando planteas un proyecto tienes que ajustar el personal a la realidad y después luchar por él”, resaltó.
No en vano, esta ha sido una de las premisas lanzada durante estos meses por el ITH: si el producto no es bueno, la innovación no sirve de nada, y en un sector como la hotelería, la calidad depende en gran medida de la actitud de los empleados.
Entre otras cuestiones habló de la importancia de escuchar al cliente, de la necesidad de autoevaluarse y determinar aquello que se hace bien pero también lo que se hace mal, de fijarse en lo que hace la competencia para intentar captar lo bueno y hasta de ser creativo a la hora de elaborar los formatos de presentación. Todo ello sin olvidar las ventajas que aporta estar presente en las redes sociales y contar con herramientas como la geolocalización.
Pero si importantes son las nuevas tecnologías también lo es el personal. Casasnovas apuntó la relevancia de contar con un buen equipo y de no optar por recortar plantilla cada vez que la situación se complica. “Cuando planteas un proyecto tienes que ajustar el personal a la realidad y después luchar por él”, resaltó.
No en vano, esta ha sido una de las premisas lanzada durante estos meses por el ITH: si el producto no es bueno, la innovación no sirve de nada, y en un sector como la hotelería, la calidad depende en gran medida de la actitud de los empleados.
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